Comencemos por aclarar que llamar «caldo» a esta receta es decir bien poco de ella ya que, en realidad, se trata de una combinación de múltiples ingredientes, de diversas procedencias –carnes, mariscos, vegetales, cereales– y orígenes –China, Japón, Tailandia…-. Y si bien es cierto que el caldo –que elaboraremos a partir de las cabezas y corazas de las gambas– actúa a modo de hilo conductor del resto de ingredientes, son éstos quienes le confieren su peculiaridad por la combinación de los matices que cada uno de ellos aporta: crujientes verduras, melosos tallarines de arroz, tersura y profundidad del pollo marinado y asado, la salinidad dulzona de las gambas, el toque ahumado de katsuobushi, el punzante picor mineral de la cayena… Todo ello combinado para conseguir un sorprendente, delicioso y…