O cómo elevar a las alturas más regias y festivas el –para muchos– molesto olor de la flor comestible y ornamental más difundida del mundo mundial –con permiso de la alcachofa, claro está-. Y cómo, tras esta receta, se esconde una bonita historia, con diversas interpretaciones que navegan azotadas por los vientos de la historia, la poesía, la política de alcoba, la –supuesta– medicina y el poder. – {Postdata: nunca dejes que la sencillez de una receta oculte una magnífica historia}. Para todo ello hay que hacer comenzar hablando de Jeanne Bécu, Condesa du Barry, cortesana y amante del rey Luis XV y las coliflores, a las que atribuía efectos rejuvenecedores y potenciadores –cuando conoció al rey, éste contaba con unos 60 años y venía de perder a su largo tiempo favorita y consejera, una tal…