
Esta receta es mi aportación a la Edición de Agosto 2016 del Juego de Blogueros 2.0 que como siempre dirige nuestra amiga Mònica desde su Blog Dulcedelimón que os invito a conocer y disfrutar. Podéis deleitaros con el resto de recetas de esta edición del juego dedicada al tomate en los blogs que escriben nuestras amigas y amigos:
- Rosemary de Alacartemenus
- Elvira de Así se come en Granada
- Fran de Cocinar y a comer!
- Fe de Código secreto 280
- Mònica de Dulcedelimón
- Rebeca de Enganchados a la Cocina
- Inma de Entre 3 fogones
- Ana N. de Entre obleas y a lo loco
- Raxel de Home & Run
- Cristina de De Kooking
- Silvia K. de Kuinetes
- Leila de La nueva cocina de Leila
- Ligia de Los postres de Ligia
- Ester de Los mundos de Piru
- Silvia R. de Mis deliciosas tentaciones
- Noelia de Noestevez’blog
- Maribel de Picoteando ideas
- Neus de Rorosacabolas
- Gisela de Tu hora de la merienda
- Kemberlyn de Tupper Worker
- Silvia A. de Unapizcadena
Manos a la obra
Esta es una sencilla y resultona receta que aprendí a preparar hace ya unos años y que, según se acerca la temporada de verano, pongo habitualmente en práctica aprovechando el momento de excelencia de nuestras sardinas y acompañándolas con el toque intensamente dulce y aromático de la confitura de tomate casera e incorporándoles el punto de intensidad que solo un buen queso ahumado –Idiazabal o Gamonéu– pueden aportar.

En este caso, la confitura de tomate proviene de la temporada pasada ya que por estas tierras aún no han alcanzado su punto óptimo de maduración –a pesar de que este verano haya resultado especialmente caluroso-. Y ya que es precisamente el tomate el producto elegido para esta edición del Juego de Blogueros, me voy a permitir replicar –con alguna leve matización– la receta de elaboración de la confitura que ya os presente hace casi dos años y que, junto a las preparaciones del Tomate frito y con Fritada, podéis consultar en esta entrada: Tomate casero {solo, en fritada y en confitura}.
Finalmente, para la preparación del marinado –y por lo general– prefiero optar por la opción más básica de «solo sal». La inclusión de otros aromas y sabores –cítricos, azúcares, especias, etc.– aportan diversos matices sobre el pescado –y, por tanto, la receta– que os animo a probar y valorar. En cualquier caso es necesario valorar la utilización conjunta de ellos en los dos ingredientes básicos de la receta –tomates y sardinas– a fin de armonizar sus aromas y sabores. Mi consejo es disfrutar de los sabores y aromas lo más naturales posibles. Vamos con los ingredientes:
Para la Confitura de Tomate
- Un kilo de Tomates tipo Pera bien maduros.
- Unos 750 gramos de Azúcar de caña.
- Opcionalmente Aromas y Especias –Canela, Clavo, Cardamomo, etc.- al gusto y con moderación.
Para las Sardinas Marinadas
- Una docena de Sardinas frescas de tamaño medio.
- Un kilo de Sal Gruesa –la misma que para los pescados a la sal-.
- Opcionalmente Aromas y Sabores al gusto; cítricos, especias, azúcar, etc.
Y, además
- Unos 100 gramos de Queso Ahumado de calidad –Idiazabal o Gamonéu-. En caso de no disponer de uno de estos excelentes quesos podéis utilizar un Manchego semi-curado u otro de vuestro gusto y elección.
- Aceite de Oliva Virgen Extra.
- Una pizca de Orégano seco.
«Confiturando»
Comenzaremos por la elaboración de la confitura de Tomate. Lavamos los tomates y los escaldamos sumergiéndolos en agua hirviendo durante unos segundos a fin de poder pelarlos con mayor facilidad. Los enfriamos rápidamente, pelamos, partimos en cuartos y, con la ayuda de una cucharilla, retiramos las pepitas.

Tomamos una cazuela y en ella vamos colocando alternativamente capas de tomate y azúcar a fin de que éstos se impregnen y se trasvasen los sabores. Dejamos reposar al menos durante un par de horas –mejor de un día para otro-.
Pasado el tiempo de reposo añadimos medio vaso de agua –y los aromas o especies si los hubiera– y acercamos la cazuela al fuego medio-suave. Removemos bien con la ayuda de una cuchara de madera y dejamos cocer muy suavemente durante unos 60/80 minutos- dependiendo de la cantidad de agua del tomate-. Una vez la textura resulte espesa –no demasiado ya que aumentará al enfriarse– retiramos del calor y reservamos –o bien embotamos en recipientes esterilizados para consumir a lo largo del año-. Opcionalmente se puede pasar por la batidora o robot a fin de obtener una confitura más fina.
Marinando
Vamos con las sardinas. Limpiamos, desescamamos y fileteamos o bien pedimos a nuestro pescadero que lo haga. Antes de empezar el proceso repasamos los filetes retirando cualquier espina o escama restante, los volvemos a lavar con un poco de agua fría y los secamos cuidadosamente sobre papel absorbente.

Tomamos una fuente y en su fondo colocamos una capa de sal gruesa. Depositamos los filetes de sardinas sobre ésta, añadimos los aromas –si los hubiera– y volvemos a cubrir con sal. Repetimos el proceso tantas veces como sea necesario hasta tener cubiertos todos los filetes con su correspondiente capa de sal. Cerramos la fuente con papel film y reservamos al frío durante unas tres horas.

Una vez transcurrido el tiempo del marinado –secado o salazón tal vez sería más correcto– las extraemos, lavamos cuidadosamente con un poco de agua, secamos y depositamos en un recipiente hermético cubiertas con Aceite de Oliva virgen extra. De este modo, las que no utilicemos inmediatamente, se conservaran perfectamente al menos durante un par de semanas –siempre en frío-. Vamos con el montaje y presentación.
Y montando
Cortamos el queso en bastones de unos 15 por 15 milímetros. Cortamos, a su vez, estos bastones en cuadritos de unos 3 ó 4 milímetros de grosor y, finalmente, volvemos a cortar cada cuadrado por la mitad para obtener dos triángulos. Extraemos los filetes de sardina del aceite, los escurrimos y colocamos dos de estos triangulitos en un lado del filete. Cubrimos el queso con la otra parte del filete y cerramos el bocadito con la ayuda de un palillo.

Depositamos el bocadito en un plato o fuente apoyado sobre una de sus caras abiertas y colocamos una cucharadita de confitura de tomate bien fría sobre él. Terminamos con un brevísimo toque de aceite de oliva virgen y una pizca de orégano seco. La receta está lista para ser desgustada en todo su esplendor marino y marinado, ahumado y confitado. Un interesantísimo y refrescante contraste de sabores, elaborado a partir de dos productos de temporada –tomates y sardinas-que, con los procesos aplicados –confitado y marinado-, pueden obsequiarnos con su sabor y color incluso durante las largas horas de penumbra invernal.

Esta ha sido mi breve pero cariñosa aportación al Juego de Blogueros. Espero que ustedes la disfruten y, por mi parte ya solo me resta desearles todo lo mejor y, como siempre… Bon appétit!
Lamento muchísimo que mi retraso en las respuestas se haya dilatado tanto como para casi convertirse en una falta de educación. Como algunas y algunos de vosotros ya sabéis estoy en pleno proceso de cambio laboral y personal por lo que he decidido dedicar el escaso tiempo libre que me va restando a mi mujer, mi familia y mis perros. Espero poder poder normalizar mis apariciones por este y otros blogs con la frecuencia que desearía. Perdón de nuevo y muchas gracias por vuestra comprensión
Me gustaMe gusta
Antxon como siempre tus recetas me encantan, tu presentación y esta receta es digna de todo un chef. Me la apunto.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchísimas gracias Fe! Ojalá tuviera un poco más de tiempo para poder dedicarle a la cocina y a vosotros la atención que, de verdad, merecéis. 😉 Muchas gracias de nuevo y perdona el retraso en responderte –mis mil y una excusa están por ahí abajo o arriba-. Gracias de nuevo!
Me gustaMe gusta
Un verdadero lujo volver a tenerte entre nosotros en el Juego de Blogueros 2.0 tus recetas de 10 como siempre! La confitura no tardaré en hacerla!!! besitos!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchas gracias Ligia! Me encantará conocer tu versión de la confitura de tomate, insuperable como todo lo que esas manos de artista son capaces de preparar 😉 Muchas gracias de nuevo y perdona el retraso en responderte –mis mil y una excusa están por ahí abajo o arriba-. +besitos!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Qué contraste de sabores, de verdad. Enhorabuena!!!
Bss.
Cristina
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchas gracias Cristina! es una combinación muy divertida que, si lo piensas un poco, no deja de ser una reinterpretación de unas buenas sardinas con tomate 😉 Muchas gracias de nuevo y perdona el retraso en responderte –mis mil y una excusa están por ahí abajo o arriba-. Gracias de nuevo!
Me gustaMe gusta
Iba a comentarte el plato estupendo, sanísimo y nutritivo y de pronto… ¿que no hay tomates? ¿Te mando unos pocos?
En Madrid nos salen por el gorro, aunque aquí todo es tan de corchopan que esos no iba a mandarte, ni un gazpacho digno se hace por estas tierras; pero en Navarra hay tomates desde hace unos 15 días, por lo menos, y bien hermosos… aquí tengo unos pocos de mi último viaje, un homenaje a mis papilas gustativas entre corchopán y corchopán.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Jajaja! Muchas gracias Ana! La verdad es que la escasez de tomates ha venido, sobre todo, derivada de mis casi nulos viajes a la ribera Navarra a lo largo de las últimas semanas. Aquí también hay buenos tomates –lo han de ser a juzgar por el precio que lucen– pero son para degustar crudos, en ensalada y poco más –y poco menos!-. A este paso se me va a pasar también la temporada de los pimientos… 😉 Muchas gracias de nuevo y perdona el retraso en responderte –mis mil y una excusa están por ahí abajo o arriba-. Gracias de nuevo!
Me gustaMe gusta
Maravilloso bocado!! Las sardinas en salazón y la conserva en aceite de oliva ya son una maravilla y si le añadimos ese tomate tan bien y cariñosamente tratado… el resultado en el paladar ha de ser increíble. Como siempre, me encanta tu estilo en la cocina y tus recetas!! 😘😘
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchas gracias Noelia! La verdad es que la combinación entre el salazón –suave– y el dulzor de la confitura resulta sorprendente –o no tanto si pensamos que son, simplemente, unas sardinas con tomate- 😉 Muchas gracias de nuevo y perdona el retraso en responderte –mis mil y una excusa están por ahí abajo o arriba-. Gracias de nuevo!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Telita marinera, nunca mejor dicho, qué delicia Antxon, gracias por tantas cosas…
La mermelada de tomate, creo que no se va a hacer esperar, pero creo que las sardinas marinadas menos todavía, me encanta el pescado marinado en casa.
Felicidades y besitos y feliz cumple otra vez 🙂
Me gustaLe gusta a 1 persona
Telita marinera lo de mis retrasos mi querida Inma! Muchas gracias, como siempre, por tu comentario. No dejes de probar a preparar las sardinas con diversos aromas que las convierten en platos únicos y siempre diferentes –cítrico, hierbas, algas, especias o lo que que se te ocurra que será, como siempre, súper interesante-. Cualquier día de estos conseguiré ponerme al día 😉 😉 Muchas gracias y perdona el retraso en responderte –mis mil y una excusa están por ahí abajo o arriba-. Gracias de nuevo!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Siempre me gusta leer recetas paso a paso y la tuya esta muy bien explicada. Enhorabuena, es un trabajo excelente. 👍😉
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchísimas gracias Kemberlyn! Ahora mismo me encantaría tener algo más de tiempo para poder estar más al tanto de vuestras recetas y comentarios, pero en cualquier caso te agradezco el tuyo. 😉 Muchas gracias y perdona el retraso en responderte –mis mil y una excusa están por ahí abajo o arriba-. Gracias de nuevo!
Me gustaLe gusta a 1 persona
¡Madre mía que bocadito más rico!! A tener en cuenta para Navidad, ya hay que ir cogiendo ideas… jeje Saludos Antxon!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchísimas gracias Ana!. La verdad es que nunca es demasiado tarde –ni tampoco demasiado pronto– para ir tomando notas y preparar algo estupendo para la navidad que siempre llega antes de lo previsto 😉 Muchas gracias y perdona el retraso en responderte –mis mil y una excusa están por ahí abajo o arriba-. Gracias de nuevo!
Me gustaLe gusta a 1 persona