Esta es una receta sencilla, rápida e idónea para estos días en los que el calor comienza a apretar –al menos en los telediarios-. Es, además, un plato ligero, nutritivo y prácticamente libre de grasas por lo que resulta doblemente atractivo para este pre-verano con sus operaciones «bikini & tripini» en marcha y con la incipiente pereza que comienza a producir pasar mucho tiempo en la cocina. Es, de hecho, tan simple que, tiempo de horno aparte, la mayor tarea va a ser el pelado y recorte de las verduras.

Como sabéis, la cocción a la papillote –o papillot, derivada del francés Papillon, mariposa, por la similitud del paquete, una vez abierto, con las alas de ésta – consiste, simplemente, en cocer carnes, pescados, verduras o frutas –e incluso pastas y arroces– en un entorno cerrado que posibilite que los alimentos se hagan al vapor producido por su propia humedad y, al mismo tiempo, ésta no se evapore conservando así todos los sabores y aromas originales de los ingredientes; nada se pierde por evaporación.
Una buena papillote ha de prepararse con los ingredientes cortados finamente a fin de que se cuezcan lo más rápidamente posible, cerrada herméticamente para que nada del vapor de cocción se escape y en porciones individuales que se inflarán por el efecto de la presión interior y liberarán sus aromas en el momento de ser servidas. Así de sencillo y así de bueno. Estos son los ingredientes que vamos a necesitar;
- Cuatro Salmonetes de ración limpios y en filetes –de unos 250/300 gramos por pieza en entero-.
- Una Zanahoria mediana.
- La parte blanca de un Puerro.
- Un Cebolla fresca o Cebolleta mediana.
- Aceite de Oliva Virgen Extra.
- Unos granos de Pimienta de Sichuan –u otra pimienta aromática, al gusto-.
- Unas Escamas de Sal –para el emplatado y presentación-.
- Unas briznas de Eneldo fresco.
- Sal fina –al gusto y con moderación-.

Precalentamos el horno a unos 180ºC. Comenzaremos por lavar, pelar y partir en juliana muy fina –o en bastoncillos– la zanahoria, el blanco del puerro y la cebolleta fresca. Mezclamos las verduras en un bol y reservamos.
Repasamos los lomos de los salmonetes extrayendo con una pinza las espinas que hubieran podido quedar, lavamos y secamos. Recortamos cuatro rectángulos de papel aluminio –o papel sulfurizado– de unos 40 centímetros de largo, engrasamos ligeramente, depositamos dos lomos de salmonete sobre cada uno de ellos y salpimentamos muy suavemente.

Para terminar, colocamos un puñadito de mezcla de verduras troceadas sobre cada uno de los lomos, añadimos sobre éstas unas gotitas de aceite de oliva y unos granitos de pimienta de Sichuan. Salpimentamos, de nuevo, muy ligeramente el conjunto y cerramos cada unos de los paquetes con sumo cuidado para que queden perfectamente sellados.
Fondeamos la bandeja del horno con un poco de agua –medio centímetro es más que suficiente– y colocamos los cuatro paquetes –la parte de cierre fuera del agua, obviamente-. Horneamos durante unos 12 ó 15 minutos en función del tamaño de los lomos y el punto de cocción que deseemos. Una vez transcurrido el tiempo sacamos la fuente con mucho cuidado y extraemos los paquetes.

Podemos optar por presentar cada uno de los paquetes cerrado en su plato correspondiente y dejar que cada comensal abra y sazone el suyo a su gusto –advirtiendo de tener cuidado con la temperatura del vapor interno– o bien por emplatar el contenido de cada paquete con sus jugos y decorándolo con unas briznas de eneldo fresco y unas escamas de sal. Podemos acompañar la receta con una salsa sencilla de yogur –como la que preparamos para esta otra receta-.
Y así de sencilla y deliciosa es esta preparación, una de las más breves que he publicado y, también, una de las más limpias, refrescante y exquisita. Esto es todo; espero que ustedes la disfruten y, como siempre… bon appétit!
Me encanta el papillot, tienes razón a mi me pasa lo mismo, no lo hago mucho y es un plato super cómodo de hacer xD
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Cómodo, fácil, rápido, limpio, rico, sano… De verdad que hay que no funciona con estas preparaciones, porque ventajas las tiene todas 😉 Habrá que dedicarle más tiempo! Muchas gracias Maribel! besitos!
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¡Que bueno se ve! Tienes toda la razón, Antxon, tampoco me acuerdo nunca del papilote y mira que las cosas quedan muy sabrosas cocinadas así, pero – inevitablemente – ¡somos animales de costumbres! sólo nos toca … cambiar de costumbres 😉 Un beso!
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Tendremos que poner remedio; a partir de ahora sesión monográfica de platos a la papillote! (bueno, la verdad es que suena un poco aburrido 😉
Va a ser cierto que somos animales de costumbres y que nos gusta el chup-chup en las salsitas o el crus-crus de los fritos y asados. Muchas gracias Neus y +besitos!
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Esta es una de las recetas básicas para mi día a día… que luego llega el fin de semana… enciendo el horno y ya la hemos liado… 😉 un besito Antxon!
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Es curioso que con lo sencillo, rápido y sabroso que quedan los alimentos cocinados a la papillote, no es uno de los modos de cocinar más extendidos. A mi me encanta pero tampoco lo practico habitualmente… habrá que corregir este error! 😉 Muchas gracias y besitos
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Muy buena idea esta receta tan ligerita y rica, pero me da que otro años más no llego a tiempo a la operación trikini :p
Un besito cielo
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Jajaja! Ya somos dos Mery! Qué le vamos a hacer, nos consolaremos pensando que, de vez en cuando, hacemos algo por llegar a la Operación de marras 🙂 muchas gracias y besitos!
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Me gusta mucho esta propuesta limpia y refrescante :))
Me la guardo ;D
Feliz día y bsitos!
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Muchas gracias Inma! Es muy sencilla pero resulta muy sabrosa, fácil y rápida de preparar y súper sana 😉 +besitos!
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