Creo que, en primer lugar, es necesario comenzar explicando el por qué del título y de sus comillas. Siempre me ha sorprendido que las recetas que nuestros vecinos del otro lado de los Pirineos consideran «à la basquaise» –es decir, al modo o manera vasca– contengan, inexcusablemente, tomate, pimientos rojos y verdes, cebollas, etc. Sin embargo. para nosotros, una receta tradicional –a la vasca– ha de ceñirse –básicamente– al aceite, perejil, ajo y tal vez algo de guindilla o pimiento seco; base y esencia para elaborar, por ejemplo, una salsa verde o, tal vez, un pil-pil.

Como no quiero desvariar en exceso –una novedad-, entiendo que para nuestros vecinos del norte, el País Vasco se asocia con la meridionalidad, con el sur y con los sabores que habitualmente se atribuyen a zonas geográficas más cálidas -tomates, pimientos, aceite de oliva, etc.-. Y, sin embargo, bajo nuestro punto de vista, ocurre justamente lo contrario; esto es el frío y lluvioso norte –doy fe de ello-. Lo que para unos es el norte, para otros es el sur –y viceversa-. Un contubernio que diría mi resabidilla Mafalda.
Subjetividades y geografías al margen, lo cierto es que todas las recetas tradicionales se nutren básicamente de productos de proximidad –lo clásico siempre es moderno– y, en esta tierra, también se producen tomates y pimientos tan excelentes y estacionales como escasos. Por ello, esta sabrosa receta merece tener un hueco en nuestras cocinas y en los corazones de todos los amantes de los guisos de pescado. Más aún cuando es de una sencillez y rapidez de preparación –vamos a utilizar una olla a presión– simplemente increíble. Vamos con los ingredientes:
- Un kilo y cuarto de Chipirones muy frescos –unos 6 u 8 de tamaño mediano-.
- Una Cebolla fresca –cebolleta-.
- Medio Pimiento Rojo y otro medio Verde.
- Dos Tomates bien maduros.
- Cuatro cucharadas de Tomate Frito Casero –o envasado de calidad-.
- Una cucharada de Carne de Pimiento Choricero –o un par de pimientos secos a los que extraeremos la carne-.
- Una punta de Guindilla –o de pimienta Cayena o de Piment d’Espelette-.
- Un par de dientes de Ajo.
- Un par de ramas de Apio –me encanta su aroma, pero es opcional-.
- Un par de Zanahorias.
- Unas ramas de Perejil fresco.
- Un pellizco de Orégano -opcional-.
- Un taco de Jamón de Bodega –unos 100 gramos-.
- Dos vasos de Txakolí –unos 200 mililitros cada uno de ellos, puede ser otro vino blanco que aporte algo de acidez-.
- Aceite de Oliva Virgen Extra.
- Sal, Pimienta y Azúcar al gusto.

La primera tarea consiste en limpiar y trocear los chipirones en tiras de tamaño uniforme –de la primera tarea se puede encargar nuestro pescadero-. Una vez limpios y troceados los salamos y reservamos las patitas –tentáculos– para el emplatado.
Pintamos el fondo de la olla a presión con aceite de oliva, incorporamos los ajos laminados y, cuando comiencen a tomar un color suave, añadimos los chipirones. Salteamos durante unos segundos y agregamos el vaso de txakolí y un vaso de agua. Cerramos la olla y, una vez alcance la presión, bajamos el fuego al medio y dejamos cocer durante unos 15 minutos. Enfriamos rápidamente la olla con agua, extraemos los chipirones y el caldo de cocción que utilizaremos más adelante a modo de fumet. Reservamos.

Mientras tanto troceamos en juliana fina la cebolleta, los pimientos, las zanahorias, el apio –opcional-, el jamón y unas ramas de perejil. Tomamos una cazuela y pochamos todas las verduras preparadas y el jamón a fuego medio fuerte, dejando que tomen un poco de color caramelo. A continuación añadimos los tomates pelados y troceados y las cucharadas de tomate frito. Ajustamos el punto con un poco de sal, azúcar y pimienta y, finalmente, incorporamos el orégano y el otro vaso de txakolí. Desglasamos bien el fondo de la cazuela, incorporamos la guindilla y dejamos que la salsa espese sin dejar de remover.

Llegados a este punto incorporamos el caldo de cocción de los chipirones, damos un hervor fuerte y añadimos los chipirones y la carne del pimiento choricero. Mezclamos bien todos los ingredientes y dejamos cocer suavemente hasta que la salsa vuelva a espesar ligeramente. La receta está lista para ser servida si bien, como todo buen guiso, es mejor dejarla reposar y, si es posible, prepararla de un día para otro.

En el momento de servir calentamos suavemente el guiso –podemos incorporar algo de caldo o agua si la salsa resulta demasiado espesa– y, al mismo tiempo, salteamos a fuego muy fuerte y muy rápidamente los tentáculos de los chipirones previamente salpimentados con generosidad.

Emplatamos una ración del guiso de chipirones y la decoramos con unas patitas crujientes, unas hojas de perejil fresco y unas gotitas de aceite de oliva crudo. La receta está lista para ser degustada y disfrutada. Un guiso tradicional, ideal para esta época del año y que combina delicadamente los aromas salinos y minerales de los chipirones con toda una explosión de sabores y colores de la huerta en una salsa ligeramente dulce y picante, melosa y aromática. Espero que ustedes la disfruten y, como siempre, bon appétit!
¡¡¡Estos chipirones tienen que estar tremendos!!! Falta un trozo de pan para mojar esa salsita tan rica que les has preparado :p
Besos.
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Muchas gracias Carmen! Como no me gusta que tengan mucha salsa, prefiero dejarla que espese un poco y así, la que queda, está bien concentrada y súper sabrosa 😉 besitos!
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Sea como fuere esa «basquaise» está para hincarle bien el diente y el emplatado me ha encantado.
Un abrazo compañero 😉
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Jejeje! Muchas gracias Mery 😉 De verdad que es un guiso riquísimo incluso para cuando aprieta el calor! Gracias por los elogios al emplatado, voy aprendiendo poco a poco y con maestras como tu, es más fácil! besitos
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Un guiso verdaderamente delicioso!! Cada zona de este mundo tiene sus platos estrella y sus preparaciones más tradicionales, y a pesar de que el «maravilloso invento» de la globalización nos permita adquirir alimentos de cualquier procedencia en nuestros comercios más cercanos, nunca debemos olvidar que las huertas cercanas (llamense mar, tierra o monte) nos proporcionan ingredientes más frescos y con esa calidad que hacen de cualquier receta un plato 10. Pienso probar este guiso lo antes posible sin cambiar ni un ápice de tu receta pero eso si, con ingredientes del «sur del sur» para que no pierdan en frescura y mi plato pueda intentar equipararse al tuyo. Gracias Antxon por compartir con nosotros tu fantástica cocina! Bss.
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Muchas gracias Noelia. Tienes toda la razón, a veces perdemos un tanto la cabeza buscando ingredientes y técnicas que nos son totalmente ajenas y nos olvidamos de la excepcional –sí, así, con todas las letras– cultura, productos y tradición gastronómica que tenemos en este país. Y también de los esfuerzos y malos tragos que pasan muchos de nuestros productores –agricultores, pescadores, ganaderos– por la «bendita» globalización. Yo soy totalmente partidario de los productos Kilómetro Cero –o de proximidad– por todas sus ventajas y porque su consumo, al final, revierte en nosotros mismos. Es una cuestión de cabeza y corazón 😉
Bueno, y lo intentar equipararse, qué quieres que te diga!. Seguro que con esos maravillosos productos del «sur del sur» que tenéis en esa bendita tierra te va a quedar espectacular. Seguro que sí.
Muchas gracias a ti por tus comentarios; para mi es un placer y un lujo poder compartir mis escasos conocimientos con quien los aprecia. besitos!
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PINTAZA!!!!!
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Jajaja! Muchas gracias Carlota! 😉
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Me encanta la receta. Te la tomaré prestada, seguro.
Y en cuanto a tu reflexión, totalmente de acuerdo. Cuando salimos, por ejemplo, de Cataluña, algo a la catalana suele ser con tomate o con piñones (como mínimo lo que me he encontrado). Y te aseguro que piñones ponemos en el «pollastre rostit» (pollo a la cazuela) o en las espinacas, pero que no hay piñones ni mucho menos por todo 😉
Besitos
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Muchas gracias Mònica. Resulta muy curioso qué mal viajan y varían las recetas (y los tópicos). Estoy seguro que si pregunto por aquí sobre algún plato típico catalán, creo que pocos citarán algo más allá de el pan con tomate 😉 Y entiendo que la cocina tiene unas raíces muy-muy familiares y de tradición, pero de ahí a no saber prácticamente nada de las cocinas, de nuestras cocinas, tan ricas y variadas solo indica que hay mucho desinterés (y dejadez). Seguro que esos mismos saben lo que es una pizza, el sushi o un kebab!
Esto… y lo del pollastre rostit ya estás tardando, con lo que nos gusta el pollo 😉 +besitos
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Okis. Me la apunto para subirla 🙂
Besitos
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Qué bien! Muchísimas gracias Mònica 😉 +besitos
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Tienes razón en lo que a la definición de garniture basquaise. Jajaja! Pero la olla a presión?… «Vade retro, Satanás»!! Jajaja!! Feliz finde Mon cher!
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Ay-ay! Ya sabía yo que por esto iba a ser acusado de hereje 🙂 Y tiene dos explicaciones; por una parte la rapidez, obviamente. Pero también que el caldo queda concentrado y se reutiliza para la cocción final del guiso, sin perder ni sabores ni aromas… Convaincue? 😉 Bises et bon week-end Michelle!
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Estos chipirones tienen que estar muy buenos :))
Un beso y gracias por compartir ;D
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Muchas gracias Inma. Es una receta muy sencilla y quedan realmente sabrosos ;-)Muchas gracias por estar ahí y +besitos
(a ver si ahora que parece que la situación se ha normalizado puedo ponerme al día y devolverte -devolveros- las visitas, que tengo un déficit acumulado verdaderamente preocupante… +besitos)
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