
En palabras de Rick Stein, este es «uno de los cinco mejores platos de la cocina del Mediterráneo«. Y, desde luego, no seré yo quien ose desdecir al experimentado y simpático chef de Padstow. También advierte que hace falta acostumbrarse al peculiar sabor –y, sobre todo, a su textura añado– de los erizos de mar. Para finalizar, y antes de entrar en la cocina, termina dejándonos caer un «afortunadamente, hace más de treinta años que me acostumbré a ellos». En mi caso, también hace bastantes años que degusté, por primera vez, estas pequeñas joyas de mar –simplemente horneados con cava-. Desde entonces, siempre que he tenido la oportunidad, no he dejado de regalarme con su delicado sabor, con su profundo aroma y su peculiar textura sutilmente granulada.

Esta sencillísima receta está basada en uno de los programas de televisión de mi cocinero británico favorito –imposible conseguir sus videos en castellano-, y proviene de la serie «Rick Stein por el Mediterráneo» –Rick Stein’s Mediterranean Escapes-, concretamente del capítulo dedicado a Sicilia y Puglia que, afortunadamente, están reponiendo en televisión. Hace ya unos años que la preparo con cierta frecuencia y por su sencillez, rapidez y resultado creo que merece la pena de ser rescatada y presentada.

Para su elaboración podemos comprar unos erizos de mar frescos –a los que, una vez abiertos, extraeremos su carne naranja, es decir, sus huevas también conocidas como «caviar de erizo»– o bien podemos partir de la carne ya limpia y envasada –hay conservas de muy buena calidad, especialmente gallegas-. Evidentemente, la primera opción es mejor y más trabajosa, mientras que la segunda es realmente cómoda para elaborar esta receta en unos pocos minutos. Así que, sin más preámbulos, vamos con la breve lista de ingredientes a emplear:
- Un par de docenas de Erizos de Mar frescos o, en su defecto, unos 100 gramos de Huevas de Erizo de Mar al Natural envasada y de calidad –los envasados de Porto-Muiños, por ejemplo, resultan excelentes– .
- 400/500 gramos de Spaghetti –o espaguetis-.
- Cuatro dientes de Ajo.
- Una Pimienta Cayena –o guindilla seca– o, aún mejor, medio pimiento de Espelette seco.
- Medio vaso de Vino Blanco Seco.
- Aceite de Oliva Virgen Extra.
- Unas ramitas de Perejil fresco.
- Sal marina al gusto –y con moderación-.

Con estos escasos -pero sabrosos– ingredientes pasamos a la cocina. Comenzamos por llenar con agua una olla amplia y la llevamos a ebullición, momento en el que añadiremos un puñadito de sal. Mientras tanto, fondeamos con aceite de oliva una sartén –amplia también ya que en ella realizaremos la mezcla final– y freímos ligeramente los dientes de ajo troceados junto con la Cayena o el pimiento de Espelette. Antes de que tomen color incorporamos el vino blanco, las huevas de erizo y un puñadito de perejil picado, removemos el conjunto, salamos suavemente, retiramos del fuego y reservamos.

Cocemos la pasta siguiendo las instrucciones del fabricante y teniendo cuidado de que queden bien «al dente», es decir, con su interior duro y crujiente. Una vez alcanzado este punto traspasamos la pasta a la sartén en la que hemos preparado la salsa junto con un vaso del agua de su cocción y damos un golpe de calor al conjunto volteándolo para que los diferentes ingredientes se mezclen bien. Cuando el agua se haya evaporado incorporamos otro puñado de perejil fresco y picado, damos otro par de vueltas y listo para emplatar.

La receta está lista para ser servida. Emplatamos una buena ración por plato y decoramos con un poco de perejil fresco, unas láminas de pimiento seco y un finísimo hilo de aceite de oliva crudo. Así de sencillo y así de sabroso. El meloso pero crujiente resultado, fruto de la correcta cocción de la pasta, combina a la perfección con los aromas sutilmente marinos de la carne del erizo, el toque ácido del vino blanco, la frescura del perejil y el gusto mineral y suavemente punzante de pimiento seco y picante. Algunas veces las cosas más sencillas resultan extraordinariamente complejas de explicar. Así que, como de costumbre, les dejo disfrutar y discernir sobre ello en compañía de –como no– un buen vino blanco. Y ya solo me queda desearles que ustedes lo disfruten y, como siempre, bon appétit!
Buenas tardes,
Por favor no confundan huevas de erizos recien cojidos del mar huevas en conserva. Nada que ver.
Les invito a que vayan a Cadiz a la «Erizá» y «Ostioná» vais a tener el lujo de probar esa tradicion gaditana tan peculiar. Por cierto, fué el domingo pasado… Así que tendreis que esperar al año que viene.
Un Saludo
Diego
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Muchas gracias Diego por tu acotación. Evidentemente no es lo mismo las huevas naturales que las envasadas, al igual que no es lo mismo un queso hecho con leche cruda o pasteurizada. O las gulas y las angulas. O el surimi y el cangrejo real ruso. Lo que trato es de presentar alternativas para aquellos que no tienen acceso a unos erizos frescos y naturales que, mucho me temo, son la mayoría.
Y muchísimas gracias por recordarnos la fiesta de la erizá y la ostioná que ya nos había recomendado otro contertulio bloguero; queda anotada una visita al barrio de la Viña para el año que viene. Gracias de nuevo y un saludo!
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¡Nunca he probado los erizos! A qué saben? Tipo percebe? Por la descripción que das del sabor me da la sensación que con quien comparto mesa no le harían mucha gracia. Jejeje
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No dudéis en probarlo, aunque sea una pequeña latita y seguro que os convence! El sabor es intenso, muy marino y su textura, levemente granulada es muy agradable -y agradecida- para cocinar, preparar unas tapas o salsas marinas. Personalmente los prefiero a los percebes, aunque he de reconocer que no soy particularmente «percebeiro» 😉 Saludos y a por ellos!
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Y cuando quieras, empezamos el curso de fotografía, a ver si mejoro… :))
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Ja-ja! Muchas gracias! Te lo creas o no, las fotos las hago con el móvil y en la cocina de mi casa, así que poco te voy a poder enseñar 😉 +besitos!
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Gracias Antxon, buena semana para ti también ;D
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Qué buenos deben estar! Nunca los he probado y no soy de tv, a ver si localizo ese programa y me doy una vuelta por la pescadería :))
Un bsito
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Muchas gracias Inma! No dejes de probarlos y nos cuentas a ver qué tal (y si no quieres liarte demasiado la primera vez prueba a prepararlos con huevas de erizo envasadas, el resultado es más que apetecible). Respecto los programas de Rick Stein creo que los están pasando por la 2 o por Canal Cocina (sin orden ni concierto). Te garantizo un rato estupendo en compañía de un señor simpatiquísimo que sabe y se atreve con todo 😉 besitos y buena semana!
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Qué buena receta! Adoro la pasta y este plato tiene que estar delicioso por esa combinación.
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Muchísimas gracias Laura! Para mi, que también adoro la pasta –sea como sea-, esta es una de mis recetas de «pasta e mare» preferidas 🙂 besitos.
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