De los diversos tipos de ensaladas con base, es decir con un ingrediente principal «sólido» –como cereales, pastas, etc.- probablemente sea esta ensalada de lentejas la que menos difusión tiene entre nuestras cocinas. Y es una lástima porque además de permitirnos disfrutar de esta estupenda legumbre –y de todos sus beneficios– en los días de calor, no deja de ser una receta –recetas más bien– sencillas de preparar, capaces de admitir prácticamente todo tipo de acompañamientos y permitir, por tanto, dejar volar nuestra imaginación al ritmo de nuestros gustos o de los fondos de nuestros refrigeradores y alacenas. El único secreto en su elaboración es el punto de cocción de las lentejas; han de resultar, como si de una buena pasta se tratara, «al dente»,…