Y esto significa que la navidad ya comienza a asomar su fría naricilla a través de la puerta de la cocina. Es hora de sacar nuestra «artillería pesada» y comenzar con los preparativos especiales para unas fechas igualmente singulares. Vamos, pues, con una receta, que en realidad son dos, y que nace de la afortunada combinación de dos sabores de orígenes y precios bien dispares. Por una parte las socorridas lentejas estofadas y por la otra el ennoblecido e hipertrofiado hígado de pato, es decir el foie. Su combinación desemboca en un plato / idea / sugerencia / que me resulta particularmente grato y festivo y que, a pesar de sus connotaciones, resulta sencillo, no demasiado laborioso ni demasiado caro, que puede ser semi-preparado con antelación -importante- y que resulta del agrado de todo el mundo -sea con el famoso hígado o sin él-.