
Queda prácticamente resumido en el título lo esencial de esta receta que vengo practicando desde hace unos años con gusto y alegría para quienes han tenido la oportunidad de probarla. Dicha receta procede de Italia donde son bien dados a mezclar, con absoluta naturalidad, ingredientes a primera vista dispares pero comunes en el fondo de la alacena de cada hogar. Una vez más, la receta es tan simple como sabrosa, inusual y económica además saludable ya que se trata de una estupenda carne blanca acompañada de frutos y verduras asados lentamente al horno. Vayamos, pues, con los ingredientes. Para cuatro comensales nos hará falta;
- Un Conejo entero que trocearemos -o haremos trocear- cuidadosamente para no astillar los huesos.
- Una Cebolla grande.
- Media docena de Dientes de Ajo -”in camicia”, es decir con la piel-.
- Un buen puñado de Alcaparras -frescas o encurtidas, según disponibilidad-.
- Una lata de Anchoas en aceite de oliva -de calidad, ya que las “barbas” de las mismas, además de ser molestas, afean la textura del plato-.
- Una lata de Aceitunas negras -o unos 150 gramos de Negras Perla, ya sean de Aragón o Cordobesas-.
- Una docena de Tomates Cherry bien maduros.
- Un puñado de hojas de Albahaca fresca.
- Medio vaso de Vino Blanco afrutado.
- Aceite de Oliva Virgen Extra.
- Sal y Pimienta al gusto.
En primer lugar troceamos el conejo para, a continuación limpiarlo e hidratarlo con agua fría durante, al menos, media hora. Precalentamos el horno a unos 190º y mientras, en una fuente grande -o en la misma fuente del horno-, dispondremos la cebolla troceada “grossièrement” -en trozo grandes y no muy uniformes- junto con los dientes de ajo, las alcaparras, las anchoas -pueden ir enteras ya que durante la cocción se desharán-, las aceitunas, los tomatitos cortados por la mitad, las hojas de albahaca, un buen hilo de aceite de oliva, la sal la pimienta y el vino blanco.

Una vez todo dispuesto, añadimos el conejo -lavado y escurrido- y mezclamos bien a mano todos los ingredientes a fin de que la mezcla y el trasvase de sabores se inicie antes de el asado. Solo falta cuidar que en el fondo de la fuente quede algo de líquido -un centímetro más o menos es suficiente-. Y, con esto, no hay más que introducir el asado al horno durante unos 55 minutos hasta que quede bien dorado.

A mitad de la cocción es conveniente darle una buena vuelta para remezclar los fondos y sabores y lograr un asado más uniforme. Servirlo acompañado de un buen vino blanco madurado en barrica para que aporte sus aromas «serios» a este plato -un Ossian Verdejo 2011 es perfecto-. Y esto es todo, Bon Appétit!