Vaya por delante que esta receta está copiada –casi literalmente– de la que, desde su web, tiene a bien ofrecernos la incomparable Carme Ruscalleda. Os aseguro que el simple hecho de leerla me produjo un inmediato «coup-de-cœur» y que este amor a primera vista, se confirmó plenamente una vez preparada y degustada. Al parecer, con el tiempo, estoy aprendiendo, si no a elegir, sí a fiarme de mi intuición –aunque, en esta ocasión, tal vez hubiera sido suficiente con mirar quién firmaba la receta para saber de su excelencia-. Así pues, en esta ocasión me he limitado, simplemente, replicar la receta y añadirle un par de detalles para convertirla en un suculento, delicioso y nutritivo plato único, de esos que tanto nos gustan, especialmente en esta época del año –cuanto menos tiempo en la cocina, mejor-.…