BDonost

| Induráin, homenaje al ciclista navarro y con tantas guindillas –o ingredientes, que varían las versiones según quién las refiera– como sus victorias en el Tour: Taco de Bonito, Anchoa, Guindillas, Cebolla y Aceituna | Morros de Ternera fritos con Escamas de Sal gruesa | Huevos rellenos de Bonito y Mahonesa con Jamón | Morcilla de Burgos con Pimientos del Piquillo | Vista de la barra y los siempre atentos camareros | Ensalada de Tomate «del bueno» con Bonito | Bocaditos de Merluza frita a la Romana | Otro clásico del lugar; un Completo o mini bocadillo de Bonito, Guindillas y Anchoas con su punto de vinagre | La untuosa Ensaladilla Rusa aderezada al gusto |

Bodega Donostiarra | Peña y Goñi, 13 | 20 002 Donostia – San Sebastián | www.bodegadonostiarra.com


La Bodega Donostiarra es un bar tradicional, casi centenario, que nació, según me cuentan, allá por 1.928 como complemento –y tal vez como «incitador a la bebida»– de la bodega o despacho de vinos y licores adyacente y del mismo nombre. Hace ya tiempo que ambos negocios se desvincularon y durante más de 30 años, este establecimiento floreció y sentó las bases de lo que es ahora de la mano de Miguel Mendinueta y Pili Mintegi. He de reconocer que no soy un habitual «stricto sensu» del lugar –me cae un tanto a desmano-, pero nos llevamos un buen susto hace unos años, cuando lo descubrimos primero cerrado y, más adelante, en obras. Parecía que este remanso de tradiciones y recuerdos, de sabores intensos y revitalizantes, buenas viandas, buenos vinos y buenas gentes fuera a desaparecer. Afortunadamente –y por una vez– el cambio afectó, básicamente, a la gestión y decoración –ahora más à la mode-, sabiendo mantener su esencia. Su rica, variada, tradicional y poderosa herencia de calidad.

Una herencia de sabores potentes, de salazones y vinagres, de encurtidos, embutidos y conservas. Pero también de exquisitas tortillas individuales hechas al momento, de sabrosas ensaladas, melosas ensaladillas y de estupendas parrillas de carnes, pescados, y verduras. Un acogedor lugar de reunión, con la cocina abierta prácticamente todo el día y que maneja y combina a la perfección los productos de temporada y los envasados de altísima calidad con los que nos viene deleitando desde hace ya tantos años. Y es también un lugar en el que poder disfrutar de una buena selección de vinos, txakolis, sidras y cervezas. Es, en definitiva, un lugar tradicional, adecuadamente actualizado, y que ha sabido mantener toda su esencia, herencia y sabor. Voy pidiendo unos txakolís y unos completos mientras ustedes van llegando.