El Juego.
Esta receta es mi aportación a la edición de Abril del Juego de Blogueros 2.0 –dedicada al Espárrago– que tan simpática y eficientemente dirige Mònica desde su Blog Dulcedelimón que, personalmente, os invito a conocer y disfrutar.
Podéis deleitaros con el resto de recetas de esta edición «Esparraguera» en los blogs que escriben nuestros amigos:
- Carlota de Art i Cuina
- Fran de ¡Cocinar y a comer!
- Mònica de Dulcedelimón
- Inma de Entre 3 fogones
- Ana de Entre obleas y a lo loco
- Silvia de Kuinetes
- Ligia de Los Dulces de Ligia
- Maribel de Picoteando ideas
- Cristina de Quédate a comer
- Sara de Recetas and Co.
- Neus de Rorosacabolas
- Nadia de Siempre sin Gluten
La Introducción.
Si en la edición anterior de este Juego de Blogueros –dedicada al aguacate– me lamentaba de mi escaso aprecio por dicha fruta exótica, en esta ocasión he de felicitarme por la fortuna que he tenido con nuestro nuevo producto del mes. Dicho en cuatro palabras; me apasionan los espárragos, ya sean silvestres, trigueros o blancos. Es uno de los pocos productos de la huerta que, una vez finalizada su temporada, añoro ansiosamente hasta la llegada de la próxima. Quién me ha visto y quien me ve!
Lo cierto es que mi aprecio por estos frutos de nuestras huertas y campos no es muy antiguo y, hace unos años, huía de ellos como quien huye de la peste. Recuerdo algunas comidas en casa de mis suegros, en plena Ribera Navarra –tierra de los mejores espárragos– y el pánico que me producían las infinitas fuentes –o así me lo parecían– rebosantes de espárragos blancos recién cocidos que aparecían en la mesa como por arte de un pantagruélico –y maléfico– encantamiento. Y las torvas miradas indicando de que nadie se levantaba de la mesa hasta que aquellas fuentes no estuvieran escrupulosamente finiquitadas.
Visto con la perspectiva que dan los años, tal vez fuera esa presión –o la voluntad por congraciarme con mis suegros– lo que plantó la primera semilla de mi aprecio por este producto. En cualquier caso, y a día de hoy, no concibo una primavera sin espárragos, sin los viajes a la Cooperativa Agraria en su búsqueda –máxima calidad y frescura al mínimo precio-, sin las horas de pelado y repaso y, en definitiva, sin buscar o inventar –o intentar hacerlo– nuevas recetas que alegren los kilos de espárragos que consumimos cada temporada –y son muchos-.
La Idea.
La idea base es sencilla: retomar una de las prácticas más usuales en la Ribera Navarra –y supongo que del resto de zonas productoras de espárragos blancos-. Dicha práctica consiste en filtrar y conservar el agua de cocción de los espárragos para utilizarlo bien como caldo, bien como refresco y, sobre todo, como bebida beneficiosa para la salud. Este caldo, además de poseer un delicado sabor, constituye un verdadero cocktail de las mejores propiedades de esta blanca verdura –que no hay que confundir con el jugo de los espárragos envasados; por lo general, una simple salmuera más o menos edulcorada-.
Para aportar algo más de dimensión a este caldo, lo vamos a aromatizar –muy suavemente– con algunas verdura blancas –apio, cebolla, puerro e hinojo-. Completaremos la receta con un sugerente juego de contrastes de texturas y aromas; por una parte con unas yemas de espárrago, a las que daremos un toque dulzón y levemente crocante y, por otra, un rotundo, carnoso y fondant taco de tuétano asado. Por último, utilizaremos el exquisito y seco aroma del azafrán como hilo conductor y de este breve –y, en realidad, extremadamente sencillo– cocido de espárragos, verduras blancas y carnes.
Los Ingredientes.
Para el Caldo:
- Un kilo y medio de Espárragos blancos y fresco de segunda categoría –de calibre mediano/pequeño-.
- Media Cebolla blanca mediana.
- El blanco de un Puerro mediano también.
- Una lámina de bulbo de Hinojo –opcional-.
- Una ramita de Apio –opcional-.
- Un pellizco de Azafrán Manchego –al gusto-.
- Media docena de briznas de Cebollino fresco.
- Sal al gusto.
Para las Yemas cristalizadas:
- Una docena de Espárragos blancos frescos de primera categoría –calibre mediano/grande-.
- Una nuez de Mantequilla –unos 20 gramos-.
- Una cuchara de Aceite de Oliva Virgen Extra.
- Cuatro cucharadas de Sirope de Ágave.
- 200 mililitros de Leche entera.
- Sal al gusto.
Para el Tuétano asado:
- Ocho cortes de hueso de pierna de vacuno con su Tuétano –o cañada-.
- Media cucharada de Aceite de Oliva Virgen Extra.
- Sal en Escamas –tipo Maldon-.
La Receta.
Lo primero que hemos de hacer es limpiar y purgar los huesos con el tuétano. Para ello los mantendremos sumergidos en agua fría durante, al menos, un par de horas. Una vez limpios los escurrimos y reservamos.
Mientras tanto comenzaremos a preparar el caldo. Para ello limpiamos, pelamos los espárragos finos, recortamos los bordes inferiores y los pasamos por la licuadora. A lo largo de las pruebas que he realizado he obtenido –aproximadamente– unos 300 mililitros de jugo de espárragos por cada kilo y medio en bruto –sin limpiar-, cantidad más que suficiente para la receta.
Filtramos inmediatamente este jugo y lo pasamos a una cazuela a la que añadiremos unos 150 mililitros de agua, la media cebolla, el blanco del puerro y, opcionalmente, una ramita de apio y una lámina de bulbo de hinojo –obviamente todo ello pelado y limpio-. Llevamos el conjunto a ebullición y, en cuanto comience a hervir, tapamos, retiramos del calor y dejamos infusionar durante unos 15 ó 20 minutos. Para acabar volvemos a filtrar el caldo, comprobamos y rectificamos el punto de sal y lo reservamos cubierto y en frío.
Vamos con la yemas. Pelamos, torneamos y separamos las puntas –o yemas– de los tallos de los espárragos más gruesos –podéis utilizar estos tallos para aportar más sabor a la cocción del caldo-. Tomamos una olla en la que quepan todas las yemas en una sola capa y las cubrimos con unos 200 mililitros de agua y otros tantos de leche. Incorporamos las cuatro cucharadas del sirope de ágave, un pellizco de sal y cocemos a fuego suave –cuidado con la leche– durante unos 10 minutos desde que rompa el primer hervor.
Una vez transcurrido el tiempo, limpiamos y escurrimos las yemas con mucho cuidado -ya que estarán al dente– sobre un papel absorbente. Tomamos una sartén amplia y fundimos en ella la mantequilla junto con el aceite de oliva a fuego medio-bajo. Incorporamos las yemas bien escurridas y dejamos –volteándolas cuidadosa y continuamente– que tomen un bonito color dorado por efecto del calor y el azúcar del sirope. Reservamos.
Vamos con el último proceso: asar el tuétano. Precalentamos al horno a 190ºC. Escurrimos perfectamente los huesos y los colocamos en una fuente de horno cuyo fondo habremos engrasado muy ligeramente con un poco de aceite de oliva. Una vez el horno alcance la temperatura adecuado, asamos durante diez o doce minutos –en función del tamaño-, damos la vuelta a los huesos y volvemos a asar otros tantos minutos. Retiramos, dejamos reposar unos minutos y, en cuanto puedan manipularse, extraemos con mucho cuidado los tuétanos enteros –separar con una puntilla y soplar a través del hueso siempre es un buen truco-.
La Presentación.
Vamos con el montaje y emplatado. Templamos muy ligeramente el caldo –no ha de llegar a hervir-. Colocamos en un bol de mesa o plato hondo –aptos para el horno– tres de la yemas de espárrago. En su centro depositamos una porción de tuétano asado y espolvoreamos el conjunto con el cebollino picado muy finamente y unas hebras de azafrán. Finalmente añadimos unas escamas de sal sobre el tuétano y gratinamos el conjunto a máxima potencia –unos 300ºC– durante un par de minutos.
Retiramos los boles o platos del horno –con mucho cuidado– y añadimos un par de cazos del caldo templado. La receta está preparada y lista para ser degustada. Al combinar elementos líquidos, sólidos, blandos y crujientes –es prácticamente un cocido– nos proveeremos de cuchara, tenedor y cuchillo y procuramos degustarlo combinando al mismo tiempo porciones de los tres ingredientes principales.
La Conclusión.
El plato ha de ser un refrescante y, al mismo tiempo, reconfortante caldo templado de verduras y carne en el que se conjugan diversas texturas –crujientes, cremosos, líquidos– y aromas –minerales, dulces y carnosos– para destilar un sabor único y delicado matizado por un toque levemente ahumado y un punto final de dulzor seco.
He de concluir diciendo que he disfrutado trabajando tanto en la idea, como en la elaboración y degustación de esta receta, fruto de un reto apasionante de investigación, innovación y cata y del que, estoy convencido, todos sacaremos buenas y sabrosas lecciones. Esto es el Juego de Blogueros 2.0. Espero que ustedes también lo disfruten. Por mi parte ya solo me resta desearles todo lo mejor y, como siempre… Bon appétit!
Qué bien que alguien (de los que he mirado hasta el momento) haya hecho espárragos blancos, a ver si aprendo a hacerlos que yo de los de bote no salgo.Tienen una buena pinta… Felicidades!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchas gracias Sara 😉 Ya habrás visto que hay algunas recetas más muy interesantes basadas en espárragos blancos. Y en mi blog hay desde la más básica -pelar y cocer- hasta algunas algo más complicadas… es que me encantan los espárragos!
Me gustaMe gusta
Me he quedado patitiesa.
Menudo recetón, qué forma de explicarla y qué forma tan meticulosa de prepararla. No lo he probado pero creo que este plato podría estar en la carta de un restaurante con estrella.
Felicidades! y gracias por compartirlo!
Besos
Silvia K
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchísimas gracias Silvia, aunque te has pasado con lo de la estrella 🙂 La receta, como habrás visto, es mucho más sencilla de preparar de lo que pudiera parecer, aunque sí que te garantizo que queda buenísima (que para eso he hecho unas cuantas pruebas!). Gracias de nuevo y +besitos!
Me gustaMe gusta
Como cambiamos con los años eh??? Yo era tan mala comedora de pequeña… ufffff Aunque mi madre no es que cocine muy bien jjajaja así que no se a quien he salido!!! Que me enrollo……… Me has dejado con la boca abierta!!! Me parece flipante lo que has llegado a hacer con unos simples espárragos… por dios!!! Me siento taaaaan pequeñita a tu lado!!! No puedo dejar de quitarme el sombrero cada vez que vengo por aquí… eres un auténtico chef de alta cocina!!! Tienes unas ideas fantásticas y muy buena ejecución (parezco el jurado de master chef pero en buena jajajaja)… Lo dicho… anodadada estoy con tu receta así que FELICIDADES!!!!!! Besitossssssss
Me gustaLe gusta a 1 persona
Jajaja! Muchísimas gracias Cris, pero no te creas, que lo que hay detrás de esta receta es una idea, trabajo y pruebas –solo te diré que empezó siendo una ensalada…– 😉 Así que, sobre todo, tiempo y trabajo, que la receta en sí es de lo más sencillita. En cualquier caso te agradezco, de verdad, tus divertidos comentarios, ya quisieran los concursantes de MasterChef –pobrecitos ellos!– tener una Chef tan simpática como tu! (espero haber ganado algunos puntos canjeables por salsa romesco) 😉 +besitos
Me gustaLe gusta a 1 persona
Wow…tuétano…nunca lo he probado….
Me gustaLe gusta a 1 persona
De verdad? Pues no dejes de probarlo, es una auténtica delicia de aromas y melosidad (puedes asarlo como explico, ponerlo sobre un trocito de pan con unas escamas de sal por encima y gratinarlo unos minutos; resulta sencillamente delicioso!) 😉 Muchas gracias por tu comentario
Me gustaLe gusta a 1 persona
Nunca dejas de sorprenderme… esos ingredientes tan bien seleccionados, esa elaboración tan meticulosa y ese emplatado tan fino. Es que este plato no podría ser de otro que no fuese Antxon! Enhorabuena y nos vemos pronto!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchas gracias Fran! Ya sabes que la capacidad de sorpresa siempre tiene dos ganadores; el que sorprende y el que se ve sorprendido y ninguna de las dos situaciones es ni fácil ni habitual 😉 Gracias de nuevo y seguimos leyéndonos hasta el próximo reto (fresero, me temo). Un abrazo!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Querido Antxon, después de leer despacio cada palabra, signo de puntuación y silencios de tu receta, después de evocar las mil sensaciones que despierta esta lectura, después de ¡por fin! vislumbrarme en el jardín de una casa solariega sita en la Ribera Navarra con un plato de caldo templado diciendo ¡cómeme ya, que te vas a despertar y esto se esfumará de delante de tus narices! después de todo esto … me he quedado sin palabras 😉 , chapeau por la receta y por su exposición, me han dejado un gran sabor de boca, besos,
Neus
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchísimas gracias Neus. La verdad es que no sé que más decirte porque esta vez sí que me has dejado sin palabras. Muchas gracias por tu comentario y tu aprecio hacia esta receta y entrada (y viceversa). Y muchas gracias por valorar los silencios –lo que suena cuando la música calla, en palabras del genial violinista que también he comentado hace unos días también en el blog-. Solo me queda desearte que conserves por muchos años ese gran sabor de boca, y esa capacidad para contarlo. Feliz fin de semana y +besos!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Auténtica delicatessen!
mmmm!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchísimas gracias Nadia! 🙂 Me alegra que te guste y feliz fin de semana también para ti!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Dios mio! solo de leer el nombre de la receta ya me he quedado sin palabras.. asi que al leerla imaginate jejeje
Me parece una super receta muy pensada y planeada.
Enhorabuena!!
Saludos
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchas gracias Carlota! La verdad es que le he dado unas cuantas vueltas a la receta y he preparado un par de variantes antes de decidirme por esta versión «final» –así entre comillas porque la cambiaré, seguro!– 😉 Gracias de nuevo y buen fin de semana!
Me gustaLe gusta a 1 persona
¡Madre mía! Qué receta, y qué presentación.
Me ha encantado, y creo que decididamente tengo que apartar la concepción que tengo de los espárragos blancos.
Enhorabuena. Es una receta de 10
Besitos
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchísimas gracias Mònica, ya solo me faltan unas fotos de calidad, así que a ver cuándo te pasas por aquí! 😉 Y, bueno, qué quieres que te diga, yo tampoco era muy fan de los espárragos en general y ahora, que me había convertido en adicto, me salen todas estas maravillosas recetas vuestras… qué va a ser de mi? Besitos y feliz fin de semana!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Pues a mí me encantan tus fotos. Hacen unos platos muy apetitosos, que creo que es lo que importa más 🙂
Me gustaLe gusta a 1 persona
Te lo agradezco muchísimo Mònica, pero estoy a punto de desempolvar la reflex y tomármelo un poco más en serio. Cuando veo tus fotos y algunas otras me entra un cierto dolor de corazón. Sigo tirando las fotos con el teléfono por comodidad, pero creo que ya no da para más 😉
Me gustaLe gusta a 1 persona
Yo te animo a hacerlo, por supuesto. Pero creo que tus fotos tienen algo que es muy tuyo. El plato en primer plano, en primera persona. Estoy segura de que cuando saques la reflex nos quedaremos con la boca abierta 🙂
Me gustaLe gusta a 1 persona
Jejeje! Muchas gracias pero me temo que con la boca abierta del horror 😉 La verdad es que me da un tanto de pereza, y como lo del teléfono es tan cómodo y tan rápido…
Me gustaLe gusta a 1 persona
¡Wow! qué nivelazo!! Mi enhorabuena!! Saludos
Me gustaLe gusta a 1 persona
Bueno, bueno, no tanto, en realidad es una receta muy sencilla de elaboración. Pero te agradezco tu comentario y que te haya gustado 😉
Me gustaLe gusta a 1 persona
Que buen plato, un caldo sabrosón, vaya espárragos mas buenos has preparado, he disfrutado mucho de tu plato, felicidades xDD
Me gustaLe gusta a 1 persona
Jajaja! Muchas gracias Maribel! Me ha encantado lo del caldo sabrosón, por que lo es; vegetal pero sabrosón 🙂 Y ya que has disfrutado leyéndolo, solo falta que lo pongas en práctica y lo disfrutes en el plato. besitos y feliz fin de semana!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Igualmente, buen finde largooo xD
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchas gracias e igualmente Maribel! 😉
Me gustaLe gusta a 1 persona
Sabía yo que el maestro esparraguero no nos iba a deleitar con cualquier cosa. Lo has bordado :)) Felicidades Antxon.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchas gracias Inma, por tu comentario, por tu apreciación y la confianza que pones en las cosas que preparo. Además de ser motivo de orgullo y satisfacción, es un reto constante para mi 😉 besitos y feliz fin de semana!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Antxon!!! Tu eres el maestro de los espárragos tu plato es un 5 estrellas que te puedo decir? me encanta… es perfecto!!!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchísimas gracias Ligia! Me alegra que te haya gustado, aunque lo de perfecto…en fin, dejémoslo en te ha gustado 😉 Ya solo falta que te animes a ponerlo en práctica. Muchas gracias de nuevo y feliz y largo fin de semana. besitos!
Me gustaLe gusta a 1 persona