
Si hay un plato tradicional, sabroso y fácil de elaborar durante toda la temporada invernal ese es la porrusalda –o caldo de puerros-. Aunque en su origen y esencia este caldo se elabora básicamente con dos ingredientes, puerros y patatas -de ahí otro de los nombres con el que también es conocido «porrupatata»– sus diversas variantes admiten prácticamente cualquier otra verdura de temporada y de nuestro gusto y preferencia.
El proceso de elaboración es extremadamente sencillo y la única decisión que habremos de tomar al final del mismo es la referida a si pasaremos el caldo a fin de transformarlo en un puré o bien lo dejaremos como una colorida sopa de verduras. Mientras decidimos cómo presentarlo vamos con los ingredientes necesarios para mi versión de este clásico:
- Cuatro Puerros de tamaño mediano.
- Dos Zanahorias.
- Dos Patatas medianas
- Unos 200 gramos de Calabaza.
- Una ramita de Apio fresco.
- Una puntita de Jamón o Panceta.
- Una hoja de Laurel.
- Un litro de Caldo de Verduras –opcional-.
- Aceite de Oliva Virgen Extra.
- Unas laminas de Queso de Idiazabal –opcional, puede reemplazarse por otro queso de oveja curado-.
- Unas ramitas de Perejil –opcional-.
- Sal y Pimienta al gusto.

Comenzaremos por lavar, pelar y trocear uniformemente las verduras -puerros, zanahoria, patatas, apio y calabaza- en pedazos gruesos. Al mismo tiempo fondearemos una cazuela amplia con un poco de aceite de oliva y salteamos en el la puntita de jamón picada muy finamente. Añadimos, a continuación, todas las verduras y sofreímos suavemente el conjunto durante unos 5 minutos removiendo de vez en cuando para que no tome color.

Incorporamos el caldo de verduras y un litro más de agua o, en su defecto, unos dos litros de agua y levamos el conjunto a ebullición. Salamos muy ligeramente, incorporamos a hoja de laurel y dejamos que hierva a fuego medio durante unos 20 ó 25 minutos.

Una vez transcurrido el tiempo podemos bien pasar por la batidora primero y el chino a continuación o bien dejamos el caldo de verduras tal cual ya que, de hecho, está lista para ser degustada calentita una vez comprobado el punto final de sal.

Si decidimos convertir pasar la preparación -es decir, convertir la sopa en puré, mi opción preferida- podemos acompañarla en el momento de emplatar con unas finas láminas de queso, unas briznas de pereji picado y, como no, un fino hilo de aceite de oliva crudo. Eso es todo, servir bien caliente y… bon appètit!
Lo dicho me la apunto de una y otra forma pero empezaré por disfrutarla hecha puré con ese queso que propones. Riquísima.
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Yo también la prefiero en forma de puré 😉 El queso de Idiazabal es el clásico del País Vasco, elaborado con leche de oveja. Besitos
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Qué rica debe estar. Los puerros son muy agradecidos, me la punto 🙂
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Es muy rica, sana, sencilla de preparar y muy reconfortante para estos días invernales. Si la pruebas te encantará ( y nos lo cuentas, porfa!) 😉
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Tus recetas tienen buena pinta, pero como soy vegetariana no suele haber muchas que yo coma. Así que me lanzaré con ésta. Seguro que te cuento 🙂
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Muchas gracias, obviamente no soy vegetariano pero me encantan las recetas vegetales y siempre que puedo procuro disfrutar de las delicias de la huerta 😉
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