A día de hoy, preparar y presentar esta receta sólo puede significar una de estas tres cosas –o tal vez las tres-. A saber: el hartazgo derivado de las semanas de temporales, fríos, vientos, granizos, nieves y aguas que estamos teniendo «el placer» de disfrutar estos postreros días de invierno. Dos; la necesidad imperiosa de comenzar a disfrutar de las excelencias de la huerta primaveral substanciada en, por ejemplo, espárragos y guisantes entre otras muchas delicias –además del consiguiente incremento de temperaturas y número de horas de luz -. Y tres; las prácticamente nulas ganas de trastear en la cocina de la Srta. Pepis ante la que este prolongado traslado-reforma nos ha abonado y abandonado. En fin. Para todo ello ya falta menos.

Y, como menos es más, hoy os propongo una delicada variación sobre la deliciosa y conocida crema de guisantes que, a buen seguro, os gustará y sorprenderá a partes iguales. En esta versión sustituiremos el frescor de la tradicional menta –o hierbabuena– por otro más intenso, punzante, aromático y refrescante como es el de la lima. Para que el contraste no resulte excesivo –ni excesivamente veraniego– lo incorporaremos a modo de yogur aromatizado que, además, aportará un matiz untuoso a esta «crema» que en realidad no lo es –ya que, técnicamente hablando, es un puré-.
Y ya que hablamos de refresco y frescores, solo me queda puntualizar que esta crema admite tanto la posibilidad de ser servida caliente –templada más bien– o fría y, en ambos casos, constituye una excelente, sana y nutritiva entrada apta para todos los gustos. Acompañaremos, finalmente, la crema con unas galletas de Parmesano que además de proporcionar un toque salino –y umami– alegrarán el plato con un toque crujiente –no recuerdo dónde leí que «si suena bien tiene que estar bueno», aplicado a la cocina, evidentemente-. Vamos con los ingredientes.
- Medio kilo de Guisantes congelados de calidad –los hay muchos, bien distribuidos y a buen precio-.
- Un puñado de Brotes de Rúcula frescos.
- Dos Puerros medianos –solo utilizaremos la parte blanca-.
- Dos Patatas medianas también.
- Una loncha de Papada o Panceta –opcional-.
- Medio litro de Caldo de Ave –casero o envasado de calidad-.
- Un puñado generoso de Parmesano rallado –u otro queso seco, graso y aromático-.
- Un Yogur cremoso –tipo griego-.
- Una Lima fresca.
- Aceite de Oliva Virgen Extra.
- Sal y Pimienta –al gusto y con moderación-.
- Una pizca de Piment d’Espelette o Pimentón de la Vera –opcionalmente-.

Comenzamos limpiando y troceando los puerros en juliana fina y las patatas en daditos –si vamos a incluir la papada o panceta la picamos también en daditos-. Acercamos una cazuela amplia al fuego, pintamos el fondo con aceite de oliva y pochamos los ingredientes ligeramente salpimentados a fuego suave durante unos diez o doce minutos. Una vez transcurrido este tiempo incorporamos los guisantes congelados y el caldo –o su equivalente de agua-. Dejamos cocer el conjunto unos diez minutos más desde que se reinicie el hervor.

Mientras tanto preparamos el yogur de lima y las galletas de Parmesano. Para el primero simplemente mezclamos el yogur con el zumo de media lima y unas ralladuras de su corteza. Salpimentamos suavemente, mezclamos bien, y reservamos en frío hasta el momento del emplatado.

Preparamos las galletas de Parmesano calentando una sartén en seco –sin nada de grasa– a fuego medio. Una vez alcance la temperatura, espolvoreamos el queso sobre ella procurando distribuirlo rápida y uniformemente. Dejamos que se funda y, una vez comience a tomar un bonito tono dorado, las depositamos sobre una superficie fría –encimera o una fuente de metal– a fin de que el contraste de temperatura las endurezca rápidamente. Si queremos que las galletas queden perfectamente redondas las recortamos en la sartén con la ayuda de un aro de emplatar o un vaso.

Volvamos a los guisantes. Una vez transcurrido el tiempo de cocción dejamos enfriar unos minutos y, a continuación, pasamos el conjunto por la batidora o el robot hasta obtener una bonita crema verde brillante y uniforme. Incorporamos un puñado de hojas de rúcula frescas y bien lavadas –la cantidad en función de vuestro gusto– y volvemos a pasar el conjunto –si la crema resulta demasiado espesa podemos añadir un poco más de agua o caldo hasta obtener la textura deseada-. Finalmente levantamos la salsa –dar un golpe de calor a la crema para extraer el aire que haya quedado en su interior y así evitar la oxidación y decoloración-, comprobamos el punto de sal y reservamos hasta elemento de emplatar. Todo listo.

A la hora de servir, templamos suavemente la crema –si no optamos por presentarla fría-, decoramos con el yogur de lima batido dibujando puntos o líneas, colocamos en el centro una galleta de Parmesano y terminamos –opcionalmente– espolvoreando una pizca de pimiento de Espelette o Pimentón. La crema está lista para ser disfrutada en una interesante combinación del dulzor característico de los guisantes con ligero toque amargo-tostado de la rúcula y refrescante aportado por el yogur de lima. Espero que ustedes la disfruten y, como siempre, solo me queda desearles… bon appétit!
Me comia un plato ahora mismo. Me encanta la combinación de ingredientes. Fantástico blog, pasaré más a menudo!!
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Muchas gracias! Es una crema muy sabrosa y agradable 😉 Me paso por el tuyo a «curiosear»!
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Wow crema de rúcula. Esto si que es nuevo para mi. Pues ahora que estamos en época de guisantes tengo que probarla. ¡Menudo recetón!
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Me encanta cocinar y aprovechar los productos de temporada y, aunque los guisantes ya empiezan a desaparecer estas lluviosas tierras, aún tendremos tiempo de un par de recetas con ellos 😉 Te aconsejo –si preparas receta– que incorpores la rúcula al final ya que su sabor se intensifica mucho con el calor. Muchas gracias!
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Que bonita presentación y seguro que está deliciosa :p
Un abrazo!
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Muchas gracias Mery! Es una cremita que se prepara tan rápidamente como desaparece de la mesa 😉 Un abrazo de vuelta!
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Delicado y aromático, me gusta. Yo celebro los guisantes porque son el preludio del sol, y adoro el sol. La verdura de verano, la fruta de verano (por favor que paren las peras!) y las terrazas de verano.
Me parece una gran manera de celebrar su comienzo. Aunque haya que empezar por la primavera, por eso de ir en orden.
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Muchas gracias Ana! Aunque los guisantes que he utilizado son congelados sirven de preludio a los que están por llegar, junto con los calores -personalmente prefiero la luz a la temperatura-, las frutas, verduras y terrazas que tanto echamos en falta, pero se acercan (lentamente pero acercándose). Muchas gracias de nuevo!
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Menuda pinta, y a la presentación no le falta detalle…
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Muchas gracias, es una crema súper fácil y rica. La presentación aún está por mejorar, pero todo se andará 😉
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Vaya cremita más rica y más apetecible.
Otra receta más que habrá que preparar en casa pronto 🙂
Besos.
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Muchas gracias Carmen! Una cremita rica, sana, nutritiva y refrescante. Tendremos que esperar a que aparezcan los primeros guisantes frescos y calores para poder disfrutarla en su versión en frío, que es aún más divertida 😉 +besitos!
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Esto es un recetón, me la apunto para probar. No había pensado en el toque de lima pero le debe ir de lujo junto al parmesano. Felicidades!
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Muchas gracias Alberto. Es un modo de ir un poco más allá en el aporte de frescor a los guisantes y añadiéndoles además un toque cítrico que, de verdad, les va fenomenal. Y lo del Parmesano, qué te voy a contar; me encanta y añade un toque crujiente y salino. Muchas gracias de nuevo y un abrazo! 😉
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Madre mía , qué crema de verdura , no le falta detalle ;D
Hasta la gallega de parmesano me atrevería 🙂
Besos .
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Es una crema fantástica Inma. Un toque suave y dulce de los guisantes, otro un poco más amargo y herbáceo de la rúcula y, para redondear, el ácido y refrescante de la lima y el yogur. Si lo complementas con el crujiente salino de la galleta de Parmesano la receta solo puede ser un éxito. A ver si te animas y, finalmente, te aficionas a esto del queso 😉 Muchas gracias y besitos!
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Que delicia, al leerte casi puedo sentir los sabores… Otra más a preparar!!
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Y verás como os gusta, con su toque ácido y refrescante y que tan bien acompaña a los guisantes… En frío o en caliente es una receta que no falla y que –creo– le gusta a todo el mundo 😉 Muchas gracias y besitos!
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Cremita rica… Mmmm… la galleta de parmesano es todo un puntazo. Tengo pendiente hacer jamón crujiente para dar un toque distinto a las recetas, pero en este caso en el horno, por lo visto queda estupendo. Saludos Antxon!!
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Una remita para tomar en frío o caliente que siempre gusta, de verdad!. No dejes de probar a hacer el crujiente de jamón –es muy fácil: https://musloypechuga.com/2013/11/13/quiche-de-puerros-con-crujiente-de-jamon/ – y verás que toque tan especial le da a un montón de platos. Incluso puedes probar a hacer «sal de jamón» triturando el crujiente y utilizándolo como condimento 😉 Muchas gracias Ana y +saludos!
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Ok! Anoto tus sugerencias, gracias! 😉
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Pues si Antxon, esta variante es más quebapetecible!! Yo suelo preparar la crema de guisante con un chorrito de nata porque los yogures no me gustan mucho y en mi nevera se les ve poco, y a falta de pan… ya se sabe. En esta ocasión sin embrago, y con motivo de un bizcocho casero que ha echo las delicias de la merienda esta semana, me quedan algunos yogures que no sabía muy bien como usar, creo que indudablemente voy a preparar tu versión de esta crema que tanto me gusta!! Un besote.
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Muchas gracias Noelia! Yo procuro evitar la nata que me encanta pero no me sienta demasiado bien. Por ello siempre que puedo la sustituyo por yogures que también me encantan y no me caen mal… cosas de la leche y sus derivados 😉 En este caso, el yogur le da un frescor muy natural a la crema ayudado por la lima, por supuesto. A ver si te animas y nos cuentas qué tal ha ido. besitos!
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