O, más exactamente, Lasaña de espinacas con panceta, piñones y crema de queso de cabra. Para su elaboración partiremos, una vez más, de un producto de temporada -las espinacas, aunque congeladas también resultan fantásticas- y entorno a él organizaremos un delicioso, sabroso y nutritivo plato único, aromatizado con un suave aroma de queso de cabra. Respecto a este último ingrediente hay que hacer una puntualización: en esta receta ni el aroma ni el sabor resultan agresivos, pero para aquellos que no gustan de las particularidades de este queso, siempre existe la alternativa de utilizar otro de sabor más neutro -un Mascarpone, un queso fresco o incluso un requesón pueden resultar aptos para la preparación-.