Esta es la época del año en la que nuestros campos nos brindan los últimos y mejores tomates de la temporada. Y esto quiere decir que, también, es el momento de disponerse a preparar una buena reserva de tomate casero para estar surtidos de esta deliciosa fruta -y su jugo- durante el resto del año. Es la hora de ponerse a conservar. El proceso de embotado del tomate -como prácticamente cualquier otro- es tan sencillo como paciente; necesitamos tiempo para hervir los botes -esterilizar-, sofreír y preparar el tomate y volver a hervir el conjunto. Pero, hecha esta salvedad, el proceso está al alcance de cualquiera que tenga ganas, botes, tomates y poco más.
